por Adriana Celi

Foto cortesía Sergio Nava
La vida del pastor Sergio Nava se mueve entre dos mundos: el ministerial y el profesional. En el primero, busca la paz y la reconciliación entre Dios y las personas, sirviendo actualmente como pastor en el área de Ministro de liderazgo en la iglesia Resplandece Mennonite Church, en Pembroke Pines, Florida. Adicionalmente, hace parte de la junta ejecutiva de la iglesia Menonita Hispana (IMH) como Director de Finanzas. En el segundo, se dedica al área de los seguros, acompañando a familias en la tarea de proteger lo que más valoran: su hogar, su salud, sus vehículos y su futuro financiero.
“Más que vender pólizas, mi meta es educar y orientar a mis clientes para que comprendan sus opciones y tomen decisiones informadas que les brinden tranquilidad y seguridad”, afirma Sergio.
El pastor Sergio nació y creció en Cuernavaca, Morelos, conocida como la Ciudad de la Eterna Primavera. Recuerda con gratitud su tierra natal, alegre por la calidez de su gente y hermosa por sus paisajes y monumentos. Hoy reside en Estados Unidos, donde conoció la fe cristiana gracias a la perseverancia de su madre.
“Mi madre, en una búsqueda intensa y determinada, nos llevó a varias congregaciones para saciar su sed espiritual. En 1999 llegamos a la única iglesia menonita que conocimos: “Sonido de Alabanza, en Cicero, Illinois”.
Balance entre el ministerio y la vida
Sergio confiesa que equilibrar su vida laboral con el servicio en la comunidad de fe es un desafío constante, pero también una bendición.
“Como padre, mi prioridad es dedicar tiempo de calidad a mi familia, porque creo que el primer ministerio comienza en el hogar. Como pastor, vivo con el llamado de acompañar a la iglesia, predicar la Palabra y servir a la comunidad. Y como profesional, busco ejercer mi trabajo con excelencia, reconociendo que también allí puedo honrar a Dios”.
Su clave ha sido establecer prioridades claras, cultivar la disciplina del descanso y mantener una vida de oración. “Eso me recuerda que no todo depende de mí, sino de la gracia del Señor”.
Consciente de la importancia de la intención, aprendió hace mucho a no confundir actividad con productividad: “Esto me ayuda a mantenerme enfocado, reducir distracciones y dar el tiempo justo a cada área de mi vida”.
Servir en la Iglesia Menonita Hispana
Para Sergio, servir en la Iglesia Menonita Hispana es un privilegio y una gran responsabilidad: caminar junto a las congregaciones, escuchar sus alegrías y luchas y acompañarlas en el camino de fe.
“Es ser testigo del poder transformador de Dios en medio de nuestra gente y reconocer que, a través de la diversidad de dones y culturas, el Espíritu Santo sigue edificando su iglesia”.
También significa ofrecer lo mejor de sí, en gratitud a Cristo, entendiendo que todo liderazgo en la iglesia es, ante todo, un acto de servicio humilde y amoroso.
Uno de los principales desafíos que ha enfrentado es acompañar congregaciones en contextos muy diversos: unas con limitaciones económicas, otras en medio de tensiones sociales y algunas en procesos de adaptación cultural e intergeneracional. Otro reto es mantener la unidad en la diversidad, procurando que las voces hispanas sean escuchadas en la iglesia más amplia, sin perder identidad ni raíces. Pero también ha vivido grandes alegrías: “Me gozo al ver congregaciones que crecen, líderes jóvenes que responden al llamado de Dios y comunidades que encarnan el Evangelio en servicio, hospitalidad y compasión. Nuestras iglesias hispanas son un testimonio vivo de fe resiliente y de amor transformador”.
Mensaje a las nuevas generaciones
A los jóvenes líderes y servidores les deja un mensaje claro:
“El ministerio comienza y se sostiene en una relación viva con Cristo. El liderazgo en la iglesia no se trata de títulos ni posiciones, sino de servicio humilde, de caminar con el pueblo de Dios y estar dispuestos a escuchar”.
Los anima a abrazar con valentía la misión de la iglesia, siendo creativos, sensibles a las necesidades de sus comunidades y firmes en la fe. “No teman innovar, pero mantengan sus raíces en la Palabra y en la oración. Sepan que son portadores de esperanza y que Dios les ha confiado dones únicos para bendecir a la iglesia y al mundo”.
Un sueño para la Iglesia Menonita Hispana
El pastor Sergio sueña con una Iglesia Menonita Hispana vibrante, unida y profundamente comprometida con el Evangelio de Cristo. Una iglesia donde las congregaciones sean refugios de esperanza para inmigrantes, familias y comunidades que buscan paz y justicia.
También imagina una iglesia que se proyecta hacia afuera: misionera, solidaria y puente entre culturas, testificando que el Reino de Dios ya está entre nosotros.
“En pocas palabras, sueño con una iglesia fuerte, fiel, relevante y transformadora para las futuras generaciones”