por Adriana Celis

Foto por Marco Güete y María T. Soto
El Proyecto Pastoral del Seminario Bíblico Anabautista Hispano (SeBAH) inició oficialmente en octubre de 2025, con el propósito de brindar una formación bíblica sólida, práctica y contextualizada a líderes y pastores de las comunidades de fe. Este curso fue diseñado para fortalecer el quehacer ministerial mediante herramientas teológicas actualizadas y estrategias que permitan responder, con pertinencia y sensibilidad, a las realidades de la iglesia y de la sociedad.
Para María Teresa Pérez, quien forma parte de la Iglesia Menonita Encuentro de Renovación, en Miami, Florida, y es una de las estudiantes activas del programa, el curso ha sido una experiencia profundamente enriquecedora. Ella destaca que la propuesta académica integra, de manera equilibrada, la teología con la práctica pastoral, ofreciendo un acompañamiento formativo que le permite crecer tanto en su comprensión bíblica como en su ejercicio ministerial. «Este curso es una oportunidad invaluable–afirma– nos brinda herramientas útiles que podemos aplicar inmediatamente en nuestras comunidades».
Entre los aprendizajes que más han marcado su proceso, María Teresa resalta la capacidad de organizar y planificar estratégicamente proyectos pastorales, así como la importancia de identificar eficientemente los recursos disponibles en cada congregación. Gracias a ello, ha logrado evaluar de manera constante los procesos ministeriales que acompaña, reconociendo qué aspectos requieren fortalecerse y cuáles ya están generando frutos visibles. De igual forma, expresa que ahora comprende mejor la dinámica del liderazgo dentro de la comunidad de fe y la relevancia de cultivar relaciones que promuevan el servicio mutuo y el crecimiento espiritual colectivo.
Cuando se le pregunta cómo puede aplicar estos aprendizajes en su práctica comunitaria, María Teresa responde con certeza que «este conocimiento lo puedo aplicar fortaleciendo la educación y el liderazgo de la iglesia». Su deseo es crear actividades que incluyan a los miembros de la congregación y a quienes están fuera de ella, con el fin de propiciar espacios de encuentro, servicio y diálogo. Para ella, la iglesia debe ser un agente activo que responda a las necesidades concretas de la comunidad en general, articulando programas que transmitan esperanza, amor y acompañamiento integral.
A quienes están pensando en tomar este curso, María Teresa les extiende una invitación especial. Considera que es una oportunidad para adquirir herramientas teológicas y prácticas que pueden transformar profundamente la vida ministerial de cualquier líder o pastor. «Es un curso que no solo da conocimiento– dice– sino que forma agentes de cambio para sus comunidades».
Finalmente, al reflexionar sobre el impacto del curso en su propia visión del liderazgo y del servicio cristiano, María Teresa destaca que ha experimentado una transformación significativa. Ahora comprende que el liderazgo pastoral debe ejercerse desde la humildad, la cercanía y la inclusión. Para ella, el llamado es promover la unidad dentro del pueblo de Dios y ofrecer esperanza en medio de un mundo marcado por desafíos y quebrantos. «Somos discípulos y discípulas de Jesús–concluye–, y este curso nos recuerda que nuestra misión es servir con amor, acompañar con compasión y construir comunidades que reflejan la luz de Cristo».


